No sé bien sobre qué va a ser esta rayonota, pero me gusta el título: digamos que semeapareció así, de repente. Estaba por chupar la taza de café (qué feo que suena “chupar” para referirse al acto de “tomar café”, pero fue así: chupé el borde de la taza, con baba y todo). Tampoco sé bien qué significa “deferente”; aunque esto no me detiene, porque sí conozco el significado de “estómago”, lo cual me permite poner en serie con notas anteriores que se unifican bajo el improvisado título de _Notas _fisiológicas (a saber: Tendinitis aguda, Bruxismo, ternillas y tornillos, Bigote bonsai).
deferente**.
** (Del lat. defĕrens, -entis, part. act. de deferre, conceder).
1. adj. Que defiere al dictamen ajeno, sin querer sostener el suyo.
2. adj. Respetuoso, cortés.
Entonces, intento interpretar el título:
A) siguiendo la definición 1., esta nota versaría acerca de un estómago incapaz de sostenter su propio dictamen, sometido a pareceres ajenos; o sea: las usuales funciones de digestión se ven sometidas, a la voluntad de un otro (¿otros?) que decide cuándo degluto el bolo alimenticio, cómo secreto jugos gástricos y a qué ritmo se somete el movimiento peristáltico. ¡Infamia!
B) según la definición 2., debería pormenorizar las características de un órgano que me trata como un caballero de los tiempos olvidados: un gentleman que agradece cada alimento ingerido y eructa sonora y purificadoramente.
Pero, por si acaso, sigo un poco más la lectura hasta el denominado conducto deferente, que resulta en:
1. m._ Anat._ conducto excretor y eyaculador en cada uno de los ¡¡testículos!!
¿Estómago excretor y eyaculador?, ¿testículos con órgano gástrico? Las combinaciones que posibilita el título me paralizan y ya no tecleo más; sólo los dejo con la imagen de un estómago pacífico: