Santiago Membrillar se encontraba en el apóstulo de sus días. Llevaba una vida deginerada y alardina que sin el sinergo de un encuentro lárdico, mempostaba por los límites del línfostulo en falta de la aparición un verdadero lexo.
LeerLas mentes de todos ustedes fueron atacadas por un ninja, y nunca lo vieron venir. La sensación es la misma que se experimenta al entablar una discusión con una novia: sin saber bien cómo, juegan con nuestros cerebros y súbitamente, sus argumentos tienen mucho sentido.
LeerSiempre pensé que de mí iban a salir grandes cosas. Ya de chiquito, observando el inodoro pude comprobarlo. De grande, la preocupación pasaba porque no entren en sentido inverso, y no por un tema de discriminación sexual, sino más bien para evitar las denuncias legales que estas conllevan.
Leer