Yo escribo como si todo esto hubiese pasado ayer, sabiendo que esta nota no se va a publicar en varios días, porque somos hiperproductivos. Pero ubicate en que la escribo un lunes en la exacta mitad del día. Los voy a dejar leerla con una canción que me encanta, que creo que ya recomendé el CD y que va a formar parte del OST de la próxima reseña que escriba. SONIDO.
La cuestión es que ayer vi una película e hicimos las empanadas de Los Rayos. Como no
Los Zombies también comen empanadas
sé por dónde empezar hablo de ambas. El comino fue la parte clave me parece, lo que le dio sabor a los zombies. Lo brillante, fue que hicieron toda la trama en base a canciones y frases de Bob Marley y zombies, no estaban demasiado jugosas, pero mala mía porque no las sellé, sino que las metí en una olla así como venía, con Guil Esmid. Es bastante mala, pero merece volverse a decir: Bob Marley->zombies. La masa la compramos, pero está bueno verla en momento de enfermedad, tirado en la cama y me gustó más la que no venía hojaldrada porque compramos dos marcas. Sin papa, no me caben mucho las películas del hombre y su perro, me parecen que se relamen sobre la individualización del hombre, el modelo típico del hombre norteamericano, fuerte, solitario, sin sentimientos y eran de carne, pero también hicimos de cebolla y queso y me olvidé de condimenterlas. Las hicimos entre todos y por eso quedaron pipí cucú, hay escenas que parecen no tener mucho que ver con nada. Soy Leyenda se llama la empanada. 60 hicimos, las comimos entre 7.
Me divertí.
Nos vemos, pupi.