Se te acercan las pascuas, no tenes huevos, no sos un Rayo y encima tu chico(a) te dejó. El tiempo que con él(la) pasabas, ahora lo usas para mirar el techo de tu cuarto, donde ya descubriste su cara unas diez veces, con algunas deformaciones. Decidís que no podes seguir así y te levantas de la cama, pero sólo llegas hasta la cocina para abrir la heladera, mirar un rato, y volverla a cerrar sin llevarte nada. Camino a tu cama nuevamente, caes atrapado en las garras del sillón y entonces te pones a hacer zapping en la tele, con la mirada perdida, sin ganas de hacer nada, aburrido de todo.
¡Arriba ese ánimo locura! Acá estamos Los Rayos.
Es pascuas, y aunque no tengas huevos, hay un montón de cosas que podes hacer para levantarte el ánimo y quizá, tal vez, una minita, puede ser un flaco también.
Primero que nada, agarrá una balanza que pese por gramo y se feliz. Después, pesate unos 20 gr de miel, 250 gr de harina 000, 25 gr de levadura fresca y 200 cm3 de leche para hacer una masa, mezclando todo. Una vez que la tenes, la dejas descansar tapada con film unas dos horas. Mientras tanto podes leerte una nota de Los Rayos, subir tu foto para La Chica Rayo, cantarte unos temas frente al televisor o bañar al perro.
Cuando el perro ya esté seco y limpio, volvé a por tú balanza y pesá 165 gr de huevos –son más o menos 3-, 200 gr de azúcar y 10 gr de sal, que vas a unir en un bol con esencia de vainilla, ralladura de limón y la masa previa. A esa mezcla, agregale 750 gr de harina 0000 con 10 gr de aditivo (si no tenes no pasa naranja) y amasá. Sumale la leche con la levadura y cuando tengas la masa, vas con la manteca pomada –a temperatura ambiente, debe estar blandita. Vas a notar que se vuelve muy pegajosa y seguro pienses que le falta harina, pero no, no te preocupes más, oh no, mantén el movimiento hasta obtener una masa suave y homogénea. (Podes agregarle un poco, pero solo en la mesada, y poco). La tapas y la dejas descansar unos 15 minutos. Mientras, podes comentar las notas de Los Rayos con tus amigos de facebook.
Cortas la masa en piezas del tamaño que te parezca (no te pases del kilo porque es una guasada) y las bollas (agarras un pedazo de masa y empujando con las dos manos –una para adelante y otra para atrás- tenes que ir metiendo los bordes para abajo, hasta que te quede una esfera lisa). Las tapas y las dejas descansar una media hora. Si fueras un Rayo, podrías escribir una nota, pero como no lo sos, podes leer una. O podes investigar el por qué de la transpiración roja de los hipopótamos, saber por qué hay un montón de roedores que saltan de un acantilado en la misma época del año, o dejarnos tu comentario en Los Rayos.
Pasado ese tiempo, marcas con el codo el centro del bollo y con cuidado lo bajas hasta que quede un agujero. A partir de ese orificio, lo vas agrandando para convertir tu bollo en una rosca, que tenga el mismo espesor en todos lados. La pintas con huevo y leche y la dejas fermentar al doble del tamaño, tapada.
Si la cocinas así tal cual está, te va a quedar rica, pero con muy poca onda, y con eso no te levantas ni a tu perro que acabas de bañar. Para decorarla, necesitas unas cerezas al marraschino (son esas que te vienen en las copas de helado, esas que siempre tiras a un costado porque son horribles), higos en almibar y crema pastelera. O le podes poner lo que se te cante, como por ejemplo figuras de azúcar con la cara de Los Rayos, chocolate, huevos de pascua, botellitas de cerveza o fragmentos de Molière.
Te estarás preguntando ahora si la crema con la que te untas el pecho intentando ser una bomba sexual, como Gladys La Bomba tucumana, te sirve, y si, te sirve, pero no es pastelera.
La pastelera es así: pones a hervir medio litro de leche con 150 gr de azúcar, y por otro lado, mezclas 165 gr de huevo con 150 gr de azúcar, 50 gr de almidón de maiz (Maicena) y 40 gr de harina 0000. Cuando ya rompió el hervor, vertes la mitad de la leche en la mezcla de huevos y revolves, al tiempo que el resto de la leche vuelve a su punto de ebullición. Unís todo y llevas al fuego hasta que vuelva a hervir, revolviendo enérgicamente (mucho cuidado con los bordes que son los que se queman) y cocinas durante un minuto. Retiras, agregas esencia de vainilla y enfrías rápidamente.
Durante el tiempo que hiciste la pastelera, tu rosca fermentó y está lista para decorar y llevar al horno (180 ºC durante 20 o 30 minutos dependiendo del tamaño que hayas hecho). Con la crema podes dibujar, o hacer los clásicos discos en cuyos centros vas a poner intercalados los higos con las cerezas.
Y cuando salgas a la calle con esa Rosca de Rayos, todas las miradas van a girar hacia vos, y te vas a sentir muy bien, casi que te vas a sentir un Rayo.
Se feliz paparulo, y que no se corte!