Hola, familia. Hoy les voy a enseñar a cocinar algo. Sí, volví depués de varias semanas sin escribir, para derrocar al cocinero de Los Rayos con una receta. Pero no, no, no, no, no, Rodrigo, no. No lo voy a derrocar, simplemente, voy a entrar por los intersticios de la cocina por dónde nadie se anima a asomar la cabeza por temor a que un puñetazo de culpa lo arremeta como gato ninja.
Gua chu sei? ies. Aim goin to cuc comid judi. ¿Te la digo en hebreo? No, no te la digo en hebreo. Habal ani medaber hibrit y a ver qué hacés con eso, ¿no? Se te van Los Rayos a Singapur y no sabés para dónde arrancar.
Bueno, voy a dejar de romper los knishes y voy a meter las manos en la papa. Antes de

No lleva pollo la receta!
cualquier cosa agarrás y pensás en cosas que te hagan sentir culpable, ahí recién ponés a hervir la papa. ¿Cuánta? ¿Qué te creés que soy Lende? No sé, dos kilos, lo que quieras, te vas fijando, te saldrá mal un par de veces y después todo fetén fetén. Dejala hacerse a punto puré, champión, y cuando se hace, la dejás enfriar.
La masa es una boludez, hay quienes le ponen güevo, yo no. Harina, un toque, depende la cantidad de relleno, pero no sé, un bowl lo llenas hasta el punto en que aún puedas trabajar la masa. Aceite, un par de chorros largos, como para que te quede una lagunita en el medio, nada de giladas de una cucharada. Un poco de sal y con agua tibia lo vas uniendo todo. Ciencia exacta es lo mío.
Ahora volvé al purés, yo le tiro un poco de manteca, sal y pimienta y, a veces, nuez moscada, que en altas cantidades es alucinógena y mortal. Despues pico una cebolla, también se la puede rallar, pero eso se usa más para los latkes. Se fríe la cebollita. ¿Cuánta? No sé, yo le pongo mucha, ponele que por kilo dos cebollas de tamaño cebolla. Se fríe y das vuelta la sartén en el pures y mezclas todo.
Ahora viene la parte difícil. Agarrás la masa y la estirás bien. Dale, un poquito más no seas vago. Espero que hayas estado escuchando música judía en toda la cocina. A la masa estirada, le ponés un chorizo del pure que hiciste en un lado y enrollás. Te quedó un chorizo de puré envuelto en masa y masa que sobra, cortas el chorizo y dejás la masa para después. Las puntas las unís bien y con el canto de tu mano dividís el chorizo la cantidad de veces que deseés según el tamaño que quieras que tenga el Knish. Con el movimiento de tu mano la masa se va a ir cerrando a medida que la cortes. Vas a tener Chorizos subdivididos, para finalizar la cuestión le metés un dedo por una de las coyunturas que te quedó y ÉCOLE. Tenés unos knishes. Repetí todo eso hasta terminar la preparación. Para que se doren, a la masa hay que pintarla un toque con huevo, pero es para tirar facha nada más.
Metelos al horno y son un diego.
Ahora andá a decirle a tu familia que vos te matás cocinando y ellos no lo valora. ¡Que la culpa no se corte!
Rápido, pero mal.