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Justificación -de alguna forma- institucional por parte del Dueño de Los Rayos acerca de su calidad como Dueño de Los Rayos

Siempre pensé que de mí iban a salir grandes cosas. Ya de chiquito, observando el inodoro pude comprobarlo. De grande, la preocupación pasaba porque no entren en sentido inverso, y no por un tema de discriminación sexual, sino más bien para evitar las denuncias legales que estas conllevan.

Como dueño benémerito, que significa según el Rayodiccionario : ‘’dueño que hizo buen mérito para ser dueño’’, diccionario que hace caso omiso de la regla de la lengua que impide utilizar la misma palabra en cuestión  para definirla y opta por darle sentido a una palabra repitiendo al menos dos veces la misma palabra en su definición. Llegando al caso extremo de la palabra ‘’extremo’’, que a fin de darle ‘’énfasis’’, se utiliza en trece ocasiones como palabra “extremo”  y en otras trece en calidad de verbo.

Respiró hondo, hinchó su pecho de aire liviano y pudo sentir cómo sus costillas se separaban unos milímetros más con cada inspiración. Gabriel, era un hombre afortunado y así lo sentía. Acariciaba los cabellos de su única hija, su cielo y su sol, mientras reflexionaba sobre su suerte. No solo su hija era un ejemplo de muchacha, con excelentes notas en el instituto y delicados modales, sino que también, con sus recién cumplidos doce años, había podido reproducir a la perfección la forma en la que su fallecida madre succionaba el pene, con lentos movimientos de cabeza y gentiles caricias suaves en los genitales. Ya hacía dos años que su madre había pasado a mejor vida. Desde un primer momento padre e hija se unieron para hacerle frente al vacío y al dolor sentido por tan pronta partida. Pero, no existe el mal sin el bien, pensó Gabriel, e hinchó sus pulmones una vez más de aire, y siguió jugando con los cabellos de la niña, mientras esta se aventuraba a acariciar el glande con su pequeña lengua en dulces y rápidos movimientos.

Este diccionario, omite la página trece por cuestiones de buenas costumbres, y se desordena alfabéticamente para su mayor disfrute y sorpresa. Cabe aclarar, y vale la pena también, y es importante remarcar, y recalcar, que ´´diccionario´´ se define a sí mismo como “diccionario que se define a sí mismo”.

(Les voy a dar dos pistas sobre cómo reconocer a un Rayo: la primera es que un** Rayo es una persona que fue o tuvo las cualidades necesarias como para ser un **Rayo, y la segunda es que miren las fotos que se suceden en la parte superior de la pantalla. Ahí hay fotos de los integrantes de los Rayos.)

Este memo, que no es otra cosa que un memo,** es para dar la cara. Para hacerme responsable de la dicción y labia de mis empleados y sustentarla sobre un cuerpo académico que ampare sus reglas de composición literaria. El **Rayodiccionario no es para cualquiera, es para los Rayos. Y sobretodo, este memo es para decir “Siempre pensé que de mí iban a salir grandes cosas. Ya de chiquito, observando el inodoro pude comprobarlo. De grande, la preocupación pasaba porque no entren en sentido inverso, y no por un tema de discriminación sexual, sino más bien para evitar las denuncias legales que estas conllevan.

Como dueño benémerito, que significa según el Rayodiccionario : ‘’dueño que hizo buen mérito para ser dueño’’, diccionario…”