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Las palabras que terminan en -ete/-eta son más graciosas

Las palabras, en general, son graciosas. De vez en cuando, nos encontramos hablando y, en la mitad de lo que estamos diciendo, empezamos a matarnos de la risa: resulta que tomamos un perspectiva especial que nos permitió, en un determinado instante, prestar atención a las palabras que usábamos, desproveyéndolas de sentido. De hecho, mientras más hablamos, más nos reímos… ¡y ni te cuento lo que pasa cuando escribís!

Pero esto es en general. En particular, existen algunas palabretas que generan mayor convulsión anímica (risa) que otras, ¿cuáles? Fácil: las que terminan en -ete o -eta.

Cara – Careta – Chupe – Chupete

Más gracioso que aro es arete; antes que calza, calceta. Y ni hablar de la diferencia entre pibe y pebete. Pero estos son sólo ejemplos comparativos; la superioridad de esta familia se pone de relieve en especímenes como: Tareta, retrete, sorete, canaleta, cachete o el siempre bienamado purrete.

Y, así, hay mil. ¡Vos podés tener la tuya!

P.D.: Y si estos argumentos no te convencieron, entonces escuchá a este .