Y como el título lo indica, hoy les voy a pasar un par de recetas con morrón. Y la idea surgió porque me preguntaron qué pasaría si en vez de tocar el timbre en el colectivo, pido la cuenta. Y me quedé pensando. Un largo rato. Hasta que un día salí de casa y decidí probarlo cuando me bajara del bondi. Y resulta que venía leyendo muy tranquilo en el colectivo hasta que llegó el momento de bajarme, entonces guardé mi libro y me acerqué a la puerta de bajada. Miré para adelante, hice contacto visual con el conductor, y con el clásico gesto, gesticulando las palabras, pronunciándolas por lo bajo, como para que las escuche solo yo, le pedí la cuenta.
Y hete aquí la gran grata sorpresa. ¿Vos sos un Rayo? Me preguntó desde su asiento. La verdad, me quedé helado, no pude ni bajarme, me pasé. ¿Vos sos un Rayo? Volvió a preguntarme, y esta vez me le acerqué y le dije que si, que claro que era un Rayo, quién más podría pedir la cuenta en el colectivo. Intercambiamos un par de palabras, grandilocuentes, algunas onomatopeyas, y gestos varios, y al final me pidió alguna receta con morrones.
Así que, querido Colectivero del 39, acá te dejo un par de recetas con morrón. Controvertido vegetal, sin dudas, con muchas variantes y colores, usado casi como comodín en muchas recetas, como mero ingrediente, pero hoy no, hoy sos protagonista.
Vamos a empezar por una clásica y muy rica salsa que se ha de llamar Rouille. Para esto, tenes que asar un morrón rojo en el horno (con un poco de aceite), después lo pelas (para que te sea más fácil de pelar, cuando lo sacas del horno lo envolvés en film un rato) y le sacas las semillas. Después, procesas con una yema, una punta de ajo (un cuarto de diente sería), sal y pimienta de cayena (puede ser ají molido) y un poco de papa cocida (es para darle un poco de cuerpo). También podes ponerle un puñadito de hojas de perejil, no mucho. Sin dejar de procesar, vas agregando aceite de oliva, como si estuvieras haciendo una mayonesa. Tiene que quedar fluida, pero no líquida, debe tener un poco de consistencia. Queda muy bien con pescados.
Ahora vamos a pasar a hacer un sabayón de morrón, que encima rima. Empezamos igual, asando 2 morrones rojos, pelándolos y procesándolos. En este caso, también vas a necesitar unos 7 gramos de gelatina sin sabor (es la cantidad que viene en los sobrecitos individuales), la cual vas a hidratar con 35 gr de agua (es importante que respetes esta proporción, y para hacerlo, vas a ir vertiendo la gelatina en forma de lluvia sobre el agua sin dejar de revolver); unos 200 cc de crema de leche batida a medio punto (es cuando al batir quedan las marcas y se borran con cierta rapidez); 100 cc de vino blanco y 2 yemas.
En un bol a baño maría, vas a batir las yemas junto con el vino hasta que tome cuerpo (no tiene que pasar los 63°, si ves que no tiene cuerpo y que está tomando mucha temperatura, batí fuera del fuego un rato), tiene que verse el fondo cuando pasas el batidor, deben quedar las marcas del mismo. Cuando lo tenés, agrega el morrón procesado, con movimientos envolventes. Podes consumirlo así, caliente, o sino, agregas la gelatina y llevas al frío. Cuando esta empieza a tomar cuerpo, agregas la crema batida con movimientos envolventes y volves a llevar todo al frío.
Morrones en escabeche, rápido y fácil. 4 morrones cortados en tiras de un par de cm de ancho (es importante que le saques las fibras blancas), unos 8 dientes de ajo (o depende de cuanto te guste), laurel, una o dos hojas, pimentón, sal, pimienta, orégano, 200 cc de agua, 250 cc de vinagre y 250 cc de aceite neutro. Lleva todo a hervor en una olla y luego baja el fuego y dejas cocinar hasta que los morrones estén tiernos. Una vez que está listo, lo pasas a un frasco de vidrio que esterilizaste hirviéndolo una media hora y el cual rociaste con un poco de alcohol, y cerras herméticamente. Guárdalo en la heladera.
Y por último, ratatouille. Berenjena, cebolla, zuccini, tomate y, no podía faltar, Morrón. Hay varias formas de hacerlo. Excepto el morrón, que vas a usar medio, del resto una unidad. Podés cortar todo en cuadraditos, y en una sartén con aceite de oliva y un poco de romero, cocinas la cebolla y el morrón salpimentados. Después, agregas la berenjena y cocinas un rato. Por último, incoporás el tomate sin cáscara y sin semillas. Por último, espolvoreas con perejil picado. Podes usarlo como guarnición, relleno para tartas o empanadas, medialunas y facturas.
Morrón rojo. Rojo pasión. Los Rayos pasión.