Hoy nos sumergimos nuevamente en este hermoso ejemplar para empezar a desentrañar los misterios que el maldito satélite esconde detrás de esa sonrisa despreocupada.
“Este libro (La luna asesina), ha sido escrito precisamente para que usted sepa qué es la luna” reza una de las primeras frases del libro, a modo de introducción por parte del autor. Continuando con su lectura, vemos que Don Pedro ataca antiguas teorías y advierte la necesariedad de empezar el milenio sin mentiras:
“Un momento esto es duro, muy duro, sólo si se tienen pruebas físicas, sólo físicas, no leyendas ni mucho menos antiguos escritos, absolutamente erróneos y me atrevo a decir sin ánimo de ofender a las religiones que cometieron errores.
Dentro de pocos años (3) llegaremos al año 2000 que terminan el milenio (el tercer milenio en el 2001) no podemos, no debemos seguir con las teorías antiguas erróneas, algunas pocas son correctas, pero es por pura casualidad, o simplemente, políticamente o religiosamente se equivocaron, erraron, tienen tiempo, hasta el año 2001 no empecemos el tercer milenio con mentiras, errores, o falsedades.”
(Se cortó la luz, ¿Pedro sos vos? Dudo. Ah, ah, por favor!! ¿Será la Luna? Basta maldita!!! Déjame en paz!! No te acerques! AHHHH)
Admirable seguridad de sus sobrias palabras, tirando por tierra cientos de años de confusión, con claro respeto, que nos desasnan sobre cuestiones fundamentales de la vida, pero dándonos aun tiempo de corregir nuestros errores. Que buen hombre!
Pero del golpe se acuerda: “Algo más; una de las grandes tragedias de la física ha sido y siguen siendo los escritores de ciencia ficción, qué desgracia para la ciecia.” Nos transmiten estas líneas todo el pesar que este precursor de la ciencia probable siente en lo más profundo de su corazón científico.
Recapitulemos entonces. Tenemos a la luna (La maldita asesina), tiempo pasado para corregir nuestros errores, escritores que desordenan las leyes físicas y un libro (La Luna Asesina). Pero cuando todo parece desarrollarse de manera normal, nuevamente Pedro nos pone en aprietos con su particular prosa:
“Uno de los más grandes escritores de ciencia ficción (ha fallecido hace poco) ha escrito cientos de libros, novelas, etc., pero ha escrito uno de ciencia, vuelvo a repetirlo de ciencia, una guía para las futuras generaciones (lo que fue para mí). Quince grandes personalidades colaboraron, el solo lo compaginó y lo firmó. La Luna Asesina. (N°3).”.
¿Qué pasó? ¿Qué? Miras desesperado la imagen N°3 en busca de respuestas pero solo te encontrás con un dibujo lleno de rayas, con planetas y un centro hipotético.
¿Acaso Pedro escribió este libro desde el más allá? ¿Antes de convertirse en un físico probable se dedicaba a la ciencia ficción? ¿Fue su propia influencia? ¿Qué pasó con sus cientos de libros? ¿Es 15 personas en uno? ¿Serán solo problemas de redacción?
AAAHH!! ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Uot passs? ¿Uooo?
Con todos estos interrogantes nos quedamos a la entrada de este trama llena de misterios e intrigas, cerramos el libro y nos vamos a dormir a la luz de la luna buscando una explicación.