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Soñé que dormía con una frazada de mondongo

Antes de escribir esta nota imaginaba que les iba a contar como me desperté el

otro día mordiendo y tironeando mi frazada, después de haber soñado que formaba parte de una tribu de enanos que habitaban una carnicería en Santiago del Estero. Durante la noche, dormíamos en nuestros escondites; y durante el día, dormíamos la siesta, pero en la heladera y tapados con el mencionado mondongo, era como vivir en un mondo hongo.

Pero después me encontré con un flaco en la calle que hacía (creaba dijo él) alfombras voladoras, lo cual me hizo pensar en las escobas voladoras y lo bueno que sería tener una. Y  ahí estaba él, hablando solo (me estaba hablando a mi, pero yo no lo escuchaba, tenía muchas cosas en la cabeza), intentando comerse el aire, ante lo cual no pude más que gritarle en mayúsculas: “¡LOCRO!”.

Así que pensé en el alto locro que hace mi vieja, y le pedí la receta. Como toda receta familiar es un poco a ojo, pero vamos a intentar dar algunas medidas.

Mi madre empieza la preparación con un día de anticipación, poniendo a remojar un paquete de maíz blanco (500 gr) y un poco más de medio de alubias, durante toda la noche. A la mañana siguiente, cuando te despertás, te preparas un café con leche, unas tostadas y lees el diario. Después, en una gran olla con abundante agua pones a hervir el maíz y las alubias con una cebolla entera (pelada), cebollín, perejil y laurel, sin sal, por lo menos durante una hora. Todos los agregados son para dar sabor, luego se retiran.

Pasada la primera hora, se incorpora la carne. Patitas de cerdo (se les puede dar un hervor previo para desgrasarlas un poco), no hay cantidad exacta, un par, serán 2 o tal vez 3, no se, un par, rabo, panceta ahumada un cuarto (250 gr), falda (medio kilo), y algún otro corte con grasa, además del infaltable chorizo colorado, la cantidad que guste. Después de un tiempo ya con la carne, vienen los condimentos; sal, un poco de ají molido, pimienta y pimentón dulce.

La preparación va a ir pidiendo agua todo el tiempo, así que es importante tener una pava al lado con agua caliente para ir agregando.

Por último se agrega el zapallo (es el verde que se usa para Halloween, conocido como criollo), cortado en cubos. Será más o menos un kilo, que se va a ir deshaciendo en la preparación. Lleva unas cuantas horas de cocción, como 5/6 horas.

Preferimos que le digan publicación, pero gracias por la buena onda!

Por otro lado tenés que hacer la salsa (es picante) que te levanta el espíritu. Pero ojo, que no sea el alma, debe ser solo un complemento, todo el amor, o el 90 %, debe estar en el locro.

Para esto necesitas, la misma cantidad de morrón rojo, verde y cebolla, y un poco de cebolla de verdeo. Picas todo (debe quedar en cuadraditos chiquitos), y los sudas con aceite de oliva con manteca, condimentas con sal, pimentón y ají molido, debe quedar picante.

No le pongas mondongo, es una textura realmente desagradable.

Espero que lo hagas, te salga es-pec-ta-cular, espectacular, e invites a todos Los Rayos a disfrutar de una hermosa velada.